«Isla de Zapara, estado Zulia.»
«Isla Zapara» es el nombre que recibe un islote que forma parte de la barra de arena que separa al Lago de Maracaibo del Golfo de Venezuela. Al norte y este, recibe los fuertes vientes alisios del Golfo; al sur y oeste, contiene las calmadas aguas de la Bahía de El Tablazo, extremo norte del Estuario del Lago de Maracaibo.
Salimos a las 8:30 de la mañana hacia la población de El Moján. Utilizando transporte público gastamos unos BsF 11 por persona hasta la terminal de pasajeros de Maracaibo, y BsF 27 de allí a El Moján. Este viaje fue cómodo, rápido y seguro, en un carro con acondicionador de aire. El chofer fue cuidadoso en la ruta y nos dejó en el puerto de El Moján a las 10:40.
Al llegar había una lancha como la de la foto, con los puestos exactos para irnos de inmediato. El costo del pasaje fue de BsF 30 por persona, y el viaje duró 37 minutos hasta Isla Zapara, incluyendo una parada para dejar cuatro pasajeros en Isla San Carlos.
Durante el viaje en lancha se observan manglares a ambos lados durante casi todo el recorrido. También se llega a apreciar Isla de Toas (a la derecha durante la ida) y su antena de Movilnet que provee servicio de telefonía celular e internet EDGE en las todas las islas y el recorrido. No tomamos muchas fotos porque a veces el agua salpica dentro de la lancha.
Por su ubicación estratégica, en tiempos coloniales se construyó el «Fuerte de Nuestra Señora del Carmen y Santa Rosa de Zapara», conocido también como «El Torreón». Es una estructura cilíndrica, con vestigios de haber tenido cuatro plataformas de madera, cada una más elevada que la anterior. En la foto se aprecia la caminería construida para facilitar el paso desde el muelle de llegada a la Isla hacia la playa del extremo norte.
Se aprecia el torreón, con parte del muro perimetral y cuatro cañones. Lamentablemente se intentó una «restauración» del torreón, utilizando materiales diferentes a los originales. También algún tonto «creativo» vandalizó con pintura en aerosol pequeñas zonas internas del fuerte.
El torreón parece haber estado rodeado por cuatro paredes de piedra. Parte de ellas se pueden apreciar todavía.
Vista hacia arriba, desde el interior del torreón.
Otro puente de madera en la caminería hacia la playa.
Detalle de la caminería. Muy bonita y muy útil, ya que es difícil caminar más de un kilómetro en la arena suelta y caliente. Lamentablemente, fue realizada con piedras de laja, que tienen un coeficiente de expansión térmica diferente al de la mezcla de cemento que se utilizó como base, y poco a poco se han ido soltando y quebrando.
Vista de la extensa y amplia playa, desde uno de los ranchos de mangle y palma construidos por lo pobladores para dar cobijo a las y los turistas. El transporte y la alimentación son las principales fuentes de ingreso asociadas al turismo, razón por la cual la estadía en los ranchos no tiene ningún costo.
El oleaje es relativamente fuerte, debido al constante viento del noreste, pero la profundidad aumenta lentamente a medida que uno se aleja de la orilla. No se si esa será la razón por la cual no vi a nadie practicando deportes como el surf o el windsurf. Al final (norte) de la barra de arena, aumenta la profundidad más notoriamente, y se encuentran arrecifes de coral.
Las playas de la cara interna (que dan al Lago o la Bahía de El Tablazo) pudieran ser propicias para la práctica de deportes como el kayakismo.
El día de nuestra visita a la isla, tuvimos la oportunidad de presenciar la liberación de una tortuga lora. Vea ese foto-reportaje AQUÍ.
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